Voy
a intentar hilar este análisis con las clases anteriores. Desde mi punto de
vista, con los conceptos actuales de propiedad intelectual y derechos de autor,
es lógico pensar en esa relación simplista de: piratas – inmorales, los que
pagan – éticos.
Evidentemente,
no es la falta de interés en la producción cultural el problema de la sociedad.
Existe una relación entre el costo de la propiedad intelectual, los derechos de
autor, los costos de producción de una obra, etc., con el costo que tiene
acceder a la misma y por ende con quienes acceden a esa obra terminada.
El
boom “7 cajas” en Asunción, Paraguay, es digno de más análisis. En este caso solo
tomaré el título de la nota, mención al discurso; “Hay una suerte de idea de Robin Hood: que le robamos a los ricos y
repartimos a los pobres” (ver noticia).
Si
existieran, por un lado; políticas culturales desde los Estados y éstos, por
ejemplo, subvencionen creaciones de obras de arte. Y por otro lado; otros
conceptos, otras discusiones sobre los derechos intelectuales y la propiedad
intelectual a los que hoy conocemos; la piratería no sería una necesidad. Como he indicado más arriba,
en el mundo no existe desinterés en o hacia las artes o en la cultura en
general. Lo que existe es incapacidad económica para acceder a ellas.
Una
familia de clase media para abajo, no siempre puede acceder a productos
culturales, por los circuitos geográficos de los mismos ni a los horarios
disponibles (no hay trasporte público en los horarios donde personas
trabajadoras pueden acceder) además de no poder pagarse el costo de una entrada
al cine, al teatro, a un concierto de música. No puede comprarse siempre el
libro que desea leer. Sin embargo sí logran ver la última producción de Hollywood,
gracias al señor que vende las películas en las calles. Y eso debería ser un
indicador sobre la necesidad de ver otras culturas, interactuar, recrearse.
Cuando
el interés por ver la película nacional se manifiesta a través de la piratería
(gente “inmoral” que compra las películas “truchas” a los “piratas”), ese acto,
debería ser una alerta para los gobiernos en crear políticas culturales que
beneficien el acceso a todas las producciones culturales. Que no dependa del
poder adquisitivo que tenga cada individuo para “consumir” arte (en un ideal, ningún
ser humano debería poseer más que otro ser humano, pero esa es otra discusión).
Entonces,
cuando colocamos en términos tan simplistas “inmoral-moral”, “ético-noético”,
creo que perdemos la perspectiva como sociedad, como generadores de cultura. La
realidad es mucho más compleja que los términos de diccionario que indican si
tal acto está bien o mal.
Es
lo que vengo sosteniendo a lo largo del curso. Todo, creo, inicia cuando se
plantea la pregunta ¿ésta idea es de quién y cuánto cuesta? Cuando esa idea es
reflejo de la sociedad de la que unx forma parte. El reconocimiento está en un
plano indiscutible, creo yo. Pero cuando eso se traslada en lucro y/o exceso de
lucro es cuando se transforma en un problema que nos afecta como sociedad y nos
impide avanzar en pensamientos, análisis, etc. Porque finalmente los elementos
que puedan aportar, un documental hasta la película más tonta de Hollywood, son
indispensables para crear pensamiento crítico o no crítico, pero sirve como
espejo para referenciarse y hacer un mínimo análisis del entorno en el que vive
una persona.
Personalmente,
creo que mientras existan mega producciones costosas la “piratería” seguirá en
auge y quienes operan en el mercado negro seguirán sacando ventajas de eso,
porque seamos honestos, el vendedor no es el que está detrás de todo ese
aparato, es alguien más que saca ventaja del poco acceso de muchas personas a
los “productos” culturales. Es así, las producciones costosas destinadas a un
sector de la población, alimenta la piratería en complicidad con el (los)
Estado (s) que tiene poca capacidad de velar por los derechos culturales,
recreativos, etc. de sus ciudadanxs.
Muy bueno el caso que encontraste. En la nota del periódico, hay una especie de diferenciación entre el "robo bueno, de Robin Hood" y el "robo malo", pero hay una imposibilidad de ver el asunto de la piratería como una cuestión más compleja, que abarca también la presión social por el acceso a la cultura.
ResponderEliminarSaludos!