viernes, 4 de octubre de 2013

¿Piratería o acceso a la cultura?







Voy a intentar hilar este análisis con las clases anteriores. Desde mi punto de vista, con los conceptos actuales de propiedad intelectual y derechos de autor, es lógico pensar en esa relación simplista de: piratas – inmorales, los que pagan – éticos. 

Evidentemente, no es la falta de interés en la producción cultural el problema de la sociedad. Existe una relación entre el costo de la propiedad intelectual, los derechos de autor, los costos de producción de una obra, etc., con el costo que tiene acceder a la misma y por ende con quienes acceden a esa obra terminada.

El boom “7 cajas” en Asunción, Paraguay, es digno de más análisis. En este caso solo tomaré el título de la nota, mención al discurso; “Hay una suerte de idea de Robin Hood: que le robamos a los ricos y repartimos a los pobres” (ver noticia).

Si existieran, por un lado; políticas culturales desde los Estados y éstos, por ejemplo, subvencionen creaciones de obras de arte. Y por otro lado; otros conceptos, otras discusiones sobre los derechos intelectuales y la propiedad intelectual a los que hoy conocemos; la piratería no sería una necesidad. Como he indicado más arriba, en el mundo no existe desinterés en o hacia las artes o en la cultura en general. Lo que existe es incapacidad económica para acceder a ellas. 

Una familia de clase media para abajo, no siempre puede acceder a productos culturales, por los circuitos geográficos de los mismos ni a los horarios disponibles (no hay trasporte público en los horarios donde personas trabajadoras pueden acceder) además de no poder pagarse el costo de una entrada al cine, al teatro, a un concierto de música. No puede comprarse siempre el libro que desea leer. Sin embargo sí logran ver la última producción de Hollywood, gracias al señor que vende las películas en las calles. Y eso debería ser un indicador sobre la necesidad de ver otras culturas, interactuar, recrearse. 

Cuando el interés por ver la película nacional se manifiesta a través de la piratería (gente “inmoral” que compra las películas “truchas” a los “piratas”), ese acto, debería ser una alerta para los gobiernos en crear políticas culturales que beneficien el acceso a todas las producciones culturales. Que no dependa del poder adquisitivo que tenga cada individuo para “consumir” arte (en un ideal, ningún ser humano debería poseer más que otro ser humano, pero esa es otra discusión). 

Entonces, cuando colocamos en términos tan simplistas “inmoral-moral”, “ético-noético”, creo que perdemos la perspectiva como sociedad, como generadores de cultura. La realidad es mucho más compleja que los términos de diccionario que indican si tal acto está bien o mal. 

Es lo que vengo sosteniendo a lo largo del curso. Todo, creo, inicia cuando se plantea la pregunta ¿ésta idea es de quién y cuánto cuesta? Cuando esa idea es reflejo de la sociedad de la que unx forma parte. El reconocimiento está en un plano indiscutible, creo yo. Pero cuando eso se traslada en lucro y/o exceso de lucro es cuando se transforma en un problema que nos afecta como sociedad y nos impide avanzar en pensamientos, análisis, etc. Porque finalmente los elementos que puedan aportar, un documental hasta la película más tonta de Hollywood, son indispensables para crear pensamiento crítico o no crítico, pero sirve como espejo para referenciarse y hacer un mínimo análisis del entorno en el que vive una persona. 

Personalmente, creo que mientras existan mega producciones costosas la “piratería” seguirá en auge y quienes operan en el mercado negro seguirán sacando ventajas de eso, porque seamos honestos, el vendedor no es el que está detrás de todo ese aparato, es alguien más que saca ventaja del poco acceso de muchas personas a los “productos” culturales. Es así, las producciones costosas destinadas a un sector de la población, alimenta la piratería en complicidad con el (los) Estado (s) que tiene poca capacidad de velar por los derechos culturales, recreativos, etc. de sus ciudadanxs.

1 comentario:

  1. Muy bueno el caso que encontraste. En la nota del periódico, hay una especie de diferenciación entre el "robo bueno, de Robin Hood" y el "robo malo", pero hay una imposibilidad de ver el asunto de la piratería como una cuestión más compleja, que abarca también la presión social por el acceso a la cultura.

    Saludos!

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