jueves, 27 de febrero de 2014

Corderitos que no encuentran el camino*



Foto tomada de su página en facebook

Un viernes cualquiera fuimos a ver, por segunda vez, a la banda del momento, The añamemby's band. Ellos dicen que vienen de Tobati, en realidad no sé de que agujero salieron, pero la experiencia después de verlos es shockeante. Acá un intento de escrito sobre ellos, seguro la pífio en todas, pero va igual.

Esta es una de esas bandas que no sabés exactamente como describir, por ejemplo; este escrito estaba guardado hace como un mes en mis archivos, le daba vueltas. Hoy las aguas que cayeron me devolvieron las ganas de escribir. Y solo puedo dar vueltas, parar, respirar y decir que The añamemby’s es una de esas bandas que ves, escuchás y te enamoras u odias.

Pride and joy

Los conocí días previos a la gala del 12x8 festival de blues[1]. Los organizadores del festival iban compartiendo los videos de los participantes, un día me puse a ver todos los videos. En ese tiempo andaba deseando encontrar un sonido renovado, quería algo distinto para diversificar los sonidos atomizadores, propios de esta época. Grata fue la sorpresa cuando abrí el material de unos vagos; sonido atrayente y atrapante con un (os) toque (s) under y unas energías que traspasaban el monitor de la compu para colgarse en mi retina y en mi cabeza. La sala, austera y con inscripciones en aerosol, varios amplificadores, cables y demás instrumentos. ¿El material? – Double stop stomp, pero con una furia contagiante, se te pegaba en los huesos y movías la cabeza, justo como el bajista. No  dudé en compartir a mis voyeuristas amigos de las redes. Algunas cayeron, como cayeron ante la melodiosa voz de Beh Hart, otras se dejaron envolver el día del festival. Si, habían avanzado a la gran gala. Esa noche fuimos en manada, –tanto insistí– al Centro Paraguayo Japonés, a escuchar, ver y sentir el sonido mágico del blues hecho en casa. Sin duda, yo los esperaba a ellos y a D'Barret. Cuando salieron al escenario revolucionaron el escenario, la armonía y el blues “bien hecho”. Todo perdió sentido. Hasta la estética políticamente correcta fue ridiculizada. No recuerdo el orden de los temas, pero cuando hicieron “Pride and Joy”, del legendario y mítico Stevie Ray Vaughan, no dejé de golpear mis congelados pies contra el piso del auditorio. Me autoregalé ese momento, me estaban haciendo a mí una de mis canciones favoritas, estaban interpretando lo mejor de Texas Flood, ese disco que en el 2013 gasté por sus 30 años.

¿El estilo? – Lo describo así “te pasó por encima, no diste cuenta, pero lo disfrutaste”. 

 

12x8, Festival de blues. Ver vídeo aquí.

 

Estos chicos eran la posta. Hasta ese momento ya se había justificado movilizarnos hasta allá con el frío que hacía y la tristeza política del momento-, vísperas de la asunción de Cartes. Estos chicos nos estaban alegrando una de las noches más tristes de la historia política paraguaya, pero en fin ese es otro asunto.

Lo primero que me impresionó fue el movimiento de cabeza de Jorge, el bajista, y su remera de Motorhëad. Pensaba en mis amigos fundamentalistas y reía y me fuí… “Un grupo bueno no es el que te hace mover un rato el pie, sino el que desata tu imaginación" – LK. 

 

Foto tomada de su página en facebook

 

Luego me fijé en el sonido que sacaba Salvioni de su guitarra. Me recordó a grandes guitarristas, y puedo decir una gran estupidez muy condicionada, pero recordé a un Joe Bonamassa joven. Y digo condicionada porque al día siguiente tomaba un bondi e iba a verlo a Bonamassa a Buenos Aires. O sea, que fue una previa perfecta.

 

Foto tomada de su página en facebook


El baterito, Junior, también tenía lo suyo. Muy atrás dejaba que el protagonismo se lleven los demás, sin embargo marcaba el ritmo de mi emoción por escuchar aquel himno de la escuela “vaughariana” que creía, ilusamente, olvidada por músicos locales. Ya que muy pocas veces lo escuché. Finalmente, Luis Carlos; el frontman con más actitud que haya visto en la escena local en mucho tiempo, poseedor de una voz envidiable. Es uno de los mejores, y trasciende a mi creencia de-que-lo-que-le-falta-a-las-bandas-locales-son-buenos-vocalistas. Sin pudor, con entrega y con conciencia de todo eso que es, nos regala un recorrido visual por todo el escenario y a los más fundamentalistas del blues un korasô perere, seguro. Ahora sonrío y me imagino lo que pensarían Son House o Robert Johnson, seguro se ríen, y entre cigarro, acordes y pactos con el diablo, le tiran un guiño a Luis Carlos, que a su vez me traía imágenes de Joe Strummer, Jhonny Rotten y Ian Curtis, en ese orden. De hecho, al día siguiente posteo en mi perfil de facebook, que lo que más me gustó fueron las acrobacias neo-punk del siglo XXI. Y su voz, su voz es una conjunción de voces perfectas y perfectibles, bella, avasallanate y profunda. Después ya me generaba confusión, no sabía si veía a una banda neo-punk versionando a una icónica canción blusera o a una banda de rock de otro país. Ya sé, las comparaciones son odiosas, pero cuando la música trasciende lo conocido y te lleva a ese lugar inhóspito de tu cabeza,  sabés que es música hecha para el alma. Y hay que tener coraje para versionar un bluesrock épico como pride and joy y salir victoriosos. No cualquiera logra hacerlo bien.


Foto tomada de su página en facebook

No soy de consumir mucho rock local, no porque no haya bandas. Hay muchísimas bandas, muy buenas. Pero sucede lo mismo que sucede con bandas de otros lugares. Es, o no es; no hay discusión. Con esta banda me encandilé. Los vi muy pocas veces, pero por los reportes veo que muchas personas también se encandilan ante el talento de los amigos/hijos de Mefistófeles – quien, seguramente les pasó los tips para atrapar las mentes de las personas-.


Dueños del Cosquín

Pre-Cosquín Paraguay, ese evento que sabés que existe solo cuando faltan unos meses o semanas. No importa. Este año los dignos representantes de nuestro país son estos chicos. No me sorprende en absoluto, es más salté de alegría cuando –allá en el medio del monte– me llegó la noticia. Me “hallé” porque estaremos representados por sonidos; crudo, duro, original, tormentoso, propio... por ende, es esperable que no regresen. No creo que salven la decadencia que es el Cosquín Rock ahora, pero Palazzo no sabe lo que le estamos enviando, ojalá pudiera ver su cara cuando los escuche o la cara de Charly, ese dios que está más allá del bien y del mal. Esa actitud con la que arrasan, es la que llevan a la montaña del rock.

La actitud, es vital y ellos ganan. Estamos hablando de unos personajes que encienden guitarra y bajo. De una furia batera arrasante y de un person que se asume elegido de Bon Scott y SRV, y que además tiene tiempo de rendir homenajes a escritores y directores de cine, como al mismísimo Stanley Kubrick; con el tema “napalm” y con su montaje de “Bufón”, usando el casco con la inscripción “born to kill”[2]. Nada pretencioso.

Foto tomada de su página en facebook

En cuanto a las letras de sus canciones, que también son copadas, solo puedo decir; ojalá muchas bandas, que creen que están en la cresta de ola, supieran componer, escribir y divagar como los de añamemby's, y dejen de inventar infusiones mal digeridas y con efectos suicidas. O por lo menos asuman con más actitud rocanrol[3], y para mí la actitud rocanrol es hacer lo que nos gusta, donde nos gusta y jugarse, eso básicamente. Que no importe nada, total somos inestables, cambiamos y por lo menos una vez debemos hacer lo que nos guste. El resto no importa.

Aterrizando de nuevo… dueños del Cosquín Rock 2014, a eso van. Y sería un gran orgullo que posicionen a nuestro país, pero es mucha presión. Creo que deben ir, disfrutar, poguear, disfrutar, saltar, mirar, cantar, disfrutar, codearse con Charly y disfrutar y fluir, ser ellos mismos. Ser grandes.

Finalmente, y por si no sabían, estos chicos se pasan regalando libros. Y me encanta. Es otro aporte a este país y al universo. Y no regalan libros de autoayuda, no.

De estos chicos solo nos queda esperar el disco, más conciertos y más laureles. Y sin duda, a medida que curtan más escenarios mejoraran esos detalles que faltan ajustar, o no. Solo queda decirles, disfruten de lo efímero de la vida, que parece que lo hacen. Al final, de eso se trata la vida, la música y el rocanrol. Y asumir esta frase de Living Colour "I ain't no glamour boy - I'm fierce. Esa onda nomás es.

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The añamemby’s band tocará el día 3, en el escenario movistar. Esperamos verles a través de los canales del Cosquín. Pestaña en facebook/ Grilla




[2] En vez de improvisar, debí hacerles una entrevista y preguntarles si el homenaje también llega a Gustav Hasford, autor de The Short-Timers, obra en la que se basa Full Metal Jacket de Kubrick.
[3] En esa línea, son recomendables la repartija y línea baja, ambas bandas me cuestan, pero se agradece la actitud, en las letras y en escena. También lo son Trueno y La Mirada Lasciva del Diablo.